A mí alrededor, mesas derrumbadas
A tu lado, sillas destruidas
Es un confuso lugar,
abarrotado de recuerdos,
momentos fugaces, espacios vividos,
tocados, sentidos, palpados.
La adrenalina esta esparcida por el suelo,
suelo del delito, piso del delirio.
Trato de esquivar las sillas,
pero quedo hundida en las heridas
que nos infiltramos,
en los rasguños producidos,
en las palabras cobardes que dijimos,
por que no sabíamos hacia donde íbamos.
Retomo el recuerdo del piso,
Debido a lo que nos atrevimos.
Rompimos esquemas,
rompimos los martirios.
Era una buena época,
Donde no importaba
nada más que los sentidos.
La curiosidad era el motor
de todo este caos exquisito,
pero como siempre
estaba el libro de mi luz,
encuadernado con cada
frase tonta y común.
Ya han pasado siglos,
desde ese última vez
que nos atrevimos a cambiar,
queriamos mejorar.
Lo hemos logrado a medias,
pero al final lo que importa
es no querer perder la creencia,
vivir con sentimiento, con pasión,
con lujuria, vivir dentro de ese
tonto y loco sentimiento
que es el amor.
2 comentarios:
Los recuerdos de esa persona mediante lugares, objetos o remembranzas, nos traen una sonrisa y a la vez una mueca de tristeza... nos trae recuerdos felices pero nostalgia... melancolía presente pero esboce de una sonrisa...
Eso grafica la importancia de aquella persona especial para nosotros, a pesar de todo...
Besote!
"pero como siempre
estaba el libro de mi luz,
encuadernado con cada
frase tonta y común"
Definitivo, a veces inevitable.
Saludos.
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