La Constancia

Estoy en un estado de concentración conmigo misma, que todavía no se como reaccionar, medito y observo como se desvanece el tiempo entre mis manos, como si fuera arena y no puedo retroceder al mismo momento en que empezó todo este meollo.
Cuento cada instante, cada momento, cada minuto que trascurre y parece que todo me diera vueltas en círculo y viera toda mi vida en un segundo y lloro de la frustración que ejerce sobre mi porque estoy vacía y me encuentro en una calle desolada, veo espejos que se mueven y tratan de aprisionarme y llevarme a un mundo de dolor y melancolía.
Huyo pero la agonía es tan fuerte que me estoy desvaneciendo, ya no tengo fuerza y mi alma vuela hacia la libertad, hacia lo desconocido y maravilloso mientras yo estoy tirada en el piso y me descompongo y la veo a ella reírse de mi y se va hacia lo no comprensible, dejándose llevar como una hoja por la ráfaga del viento...