Quiero sembrarme,
quiero cultivarme
en toda tu raíz,
en tu génesis.
Quiero florecer
en las tempestades,
en las lluvias torrenciales.
Ser la planta escondida
en el baúl de tu sabiduría,
ser la sangre que fluya
dentro de mí y de ti.
Ser simbiosis,
ser perenne,
ser asertiva,
ser servil.
En mi impaciencia declaro que soy paciente,
en mi intranquilidad pregono serenidad.
En fin, lo que en verdad quiero ser
lo que aspiro es no morir en la incertidumbre,
más bien morir en la eternidad.
2 comentarios:
Cada vez verso apunta hacia un "lugar" esencial, que algutina en su totalidad un anhelo... el anhelo del poeta, el anhelo de eternidad. Un saludo.
P.D.: Acabo de publicar una entrada sobre el acto de escribir, si quieres quedas invitada a comentarla.
Muchas gracias Ruben, por visitar mi blog y leer el post.
Excelente la narrativa en tu página
Besos
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